3/07/2009

¿DESPIDOS MÁS BARATOS?


Tocar este tema levanta ampollas entre los sectores más puristas de la izquierda y, sobre todo, en nuestra vertiente sindical. En los últimos años, el despido se ha convertido en un tema tabú, algo intocable pese a que no tocarlo quizá sea alimento para perpetuar el desastre que ahora vivimos. No hace muchos días, el socialista Miguel Ángel Fernández Ordóñez trató de incorporarlo al debate social. Nadie ha dudado nunca de la tendencia ideológica de Fernández Ordóñez, y tampoco de sus bastos conocimientos sobre economía. De ahí el puesto que ahora ocupa al frente del Banco de España, otorgado por el PSOE en base a esos dos mismos criterios: su color político y su sabiduría económica. Y, sin embargo, en cuanto mentó el problema se satanizó su figura, empujándolo prácticamente a la parte más a la derecha de nuestro espectro electoral.

Miguel Ángel Fernández pidió que se revisen los despidos, que busquemos una fórmula que anime a las contrataciones. No habló nunca de desprotección social ni de que los trabajadores paguen los platos rotos de esta crisis. Incluso él es consciente de que este caro banquete del que ahora llega la factura no ha sido provocado por los trabajadores, que las culpas se encuentran en un capitalismo radical, en grandes empresas empecinadas en beneficios rápidos y posiblemente en el sistema de bonus o primas que los ejecutivos han venido percibiendo para aumentar la productividad. Pero, sea como sea y con el culpable que sea, la realidad está ahí, en la calle, con más de tres millones y medio de personas sin trabajo y una falta absoluta de liquidez en las empresas y familias. Y por eso necesitamos nuevas soluciones, soluciones quizá incómodas pero efectivas.

Los blindajes laborales nos han llevado a parte del problema actual, a una crisis financiera que al poco se convirtió en crisis económica. Resulta evidente también que los blindajes que cito son los de los grandes ejecutivos, los de los ricos, pero si observamos bien la foto vigente veremos que son los pequeños blindajes de los pequeños los que ahora pueden agravar el problema. Necesitamos trabajo, y los empleadores no se atreven a contratar por miedo a que todavía decaiga más la economía. Además, vivimos en un mundo de EREs. ¿Y qué es un ERE en realidad? Pues el mantenimiento de unos costes mínimos durante un periodo de tiempo determinado sin aumentar la productividad. Entre la empresa y el Estado se paga un salario a unos trabajadores para que se queden en casa. El Estado deja de ingresar sus cuotas a la Seguridad Social y además abona de las mismas el Fondo de Garantía. La empresa paga parte del coste salarial por personas que no fabrican. El producto final de esa empresa será mucho más caro que en la situación Pre-ERE y menos competitivo en el mercado global. Esta falta de competitividad desembocará a medio plazo a un retroceso de sus ventas y a la larga en que los EREs mal dirigidos se conviertan en despidos pactados por cierre. Y esos despidos no contemplarán 45 días por años, seguro. Pan rancio para hoy y hambre asegurada para mañana.

Dicho esto, quizá parezca que pretendo el despido libre. Ni hablar. El despido libre nos abocaría a una grave falta de seguridad para el trabajador. Tal vez se superara la ausencia de ventas y se mejoraría la productividad, quizá así ya no hablaríamos entonces de crisis económica, pero sí de imperdonable crisis humana, un castigo para los pobres a favor de los que no lo son.

Entonces, ¿qué debemos hacer? ¿Mantenemos los despidos tan caros como los actuales? O mejor aún, los aumentamos, los subimos a 90 días por año, o a 120, o a la quiebra de un empleador por un despido, evitando el miedo de los presentes empleados pero asegurando un negro futuro a los que no se benefician de un puesto fijo ahora mismo. La fórmula se antoja inadecuada. Los despidos caros implican que los empleadores no se arriesguen a contratar en muchas ocasiones. Y, que nadie se engañe, lo que todos queremos es un empleo digno, pagado adecuadamente y con coberturas sociales correctas.

Aquí es donde debemos abrir nuestra mente y buscar la ecuación correcta, la que Miguel Ángel Fernández Ordóñez pretendía que se debatiese. ¿Estaba hablando de abaratar el despido? Pues en realidad no, más bien al contrario. La fórmula correcta, la fórmula que la izquierda debería plantear en este instante que gobierna y puede cambiar normas y leyes, pasaría por reducir mucho las indemnizaciones por despido a la par que sube un insignificante punto las cotizaciones que se han de pagar por parte de los empleadores a la Seguridad Social. Este punto más de cotización ha de ser destinado en todo momento a las coberturas por desempleo, ayudas familiares y servicios para los no empleados.

No hay que olvidar que incluso en estos aciagos momentos de aumento del desempleo, el ochenta y cinco por ciento de la población activa se encuentra cotizando a la Seguridad Social. Aumentar un punto sus aportaciones repercutiría apenas perceptiblemente en ellos y en las empresas, y sin embargo supondría un montante muy serio para las arcas del Estado y sus políticas de protección, que podría llegar a eso otro quince por ciento necesitado.

Este plan económico puede dar miedo a los trabajadores, puede sembrarnos cierta incertidumbre, pero pondría en manos del Gobierno y no de la voluntad de los empresarios nuestra seguridad. Además, contaríamos con otras ventajas:

1 Empleador contrataría más, con menos miedo, volviendo a mover el mercado laboral. La capacidad de elección tanto del empleado como del empleador llevaría a enfocar un mercado ágil y competitivo, con reubicaciones y ajustes de productividad.
2 Se reducirían sin duda los desempleados de larga duración y se dañaría menos a los parados de edades avanzadas. Hasta ahora, superados los cincuenta años, resulta muy complicado encontrar un trabajo después de esa edad. Las empresas tienen miedo de que podamos sufrir bajas laborales largas que les supongan una duplicidad de pagos.
3 Para la izquierda, no se perderían votos. La mayoría de los empleadores siguen votando a la derecha. Los trabajadores mantendrían una protección adecuada gracias a esos nuevos ingresos de la Seguridad Social y los empresarios, pasados unos meses, soportarían con adecuación el tipo impositivo.

La izquierda gobierna en estos momentos, pero lo hace con complejos viejos y miedos públicos. ¿Desde cuándo ha representado para nosotros un inconveniente subir moderadamente los impuestos? No somos neoliberales que pretendamos un mercado sin gobierno, sino socialdemócratas que buscan un gobierno con algo de mercado. Lo único verdaderamente inexcusable para una subida de impuestos es que repercuta directamente sobre la ciudadanía y mejore su existencia.

12 comentarios:

CHEMA BUZARRA dijo...

Hola y bienvenido a este mundillo de la blogocosaregional sin fronteras.

Largo y reflexivo artículo en el que se nos propone una mirada hacia el tema laboral y más en concreto a los cambios normativos que rigen las relaciones entre dadores y asalariados en España.

Como primer apunte y como europeista, me gustaría que el "Derecho del Trabajo" en sus diferentes vertientes nacionales, más los acuerdos entre las partes que defienden a los empresarios y trabajadores tendieran a una homogeneización y más en concreto dentro de la zona euro. Ni que decir tiene que cuando hablo del tema del trabajo incluyo las materias de Seguridad Social, prestaciones, subsidios, pensiones...etc. Pero mi querido bloguero, creo que se me puede tildar de "ingenuo", cuando vemos a qué UE nos están llevando estos burócratas que cada vez reducen la democracia a votar en la europeas y luego casi todo delegado a unos señores no elegidos que toman decisiones. Acordemosnos de la torpeza política y social tendentes a currar 65 horas a la semana. Vamos que estos que sí están "blindados" nos querían "chinanizar" por aquello de la competitividad.

Bueno, en cual quier caso y centrando el asunto, yo soy de la opinión que esta crísis que padecemos es del sistema capitalista, ahora la llamamos "sistémica" por aquello de ser ingeniosos, y, consiguientemente no la ha/n creado las normas laborales de aquellos países que las tienen.

Por tanto, si no es un problema nuclear laboral, lo será de cómo se ha conformado y quienes lo han dirigido.

Dicho esto y dándole vueltas a tu propuesta y, supongo que desde mi punto de vista ideólogico que puede ser discutible, la última reforma laboral se amparó en la flexibilidad y desregulación del mercado de trabajo, con el fin de favorecer la competitividad de las empresas. ¿A donde hemos llegado? A estar dentro de los 12 países más y mejor valorados. Este posicionamiento pone de manifiesto el redimensionamiento que se le ha querido dar a la empresa en su doble papel de instrumento de racionalización productiva y deordenación de las relaciones laborales, en el que la legislación laboral, posiblemente y al calor de muchos "intelectuales" acabe desempeñando un mero papel instrumental al servicio del sistema económico. Es decir, y, recordando el pasado más cercano, durante la etapa del PP en La Moncloa, se pueden distinguir dos tiempos. El primero 1996-2000 marcado por el diálogo social y la concertación, y el segundo 2004-2004 caractrizado por la brusca ruptura del consenso que dio lugar a la huelga general del 20-J.
Con estas componendas y la llegada de ZP, digamos que todos nos hemos estado frotando las manos económicamente, conscientesd e que nuestra España estaba soportada por el gasto interno familiar, salarios no muy altos, el ladillo (maldito ladrillo y el turismo). Nadie en estos últimos años en serio quiso desarrollar otras acciones ecoómicas más productivas y eso que desde ela libertad de mercado el Gobierno bien hubiera podido poner en marcha la "planificación constitucional", pero....eso es demasiado en una economia y en un Estado tan descentralizado que lo que ha primado es la libertad de empresa olvidándose del papel social d ela misma...y punto.

Centrar en mi opinión la crisis en el tema contractual y su extinción me parece reducionista (el artículo no lo es). Si hubiere que ir a "palabras mayores" los genuinos representantes de los empresarios y de los trabajadores y los partidos por otro lado, tendrían que mirar a modelos de concertación tales como los AES, ANE...etc, en el que mirando horizontes más amplios, se ensayaran reformas que afectaran a los ciudadanos en su condición de contribuyentes (individuos, unidad familiar, sociedades anónimas...)Ejemplo: una fiscalidad diferente, unos salarios mínimos garantizados, unos mercados económicos, financieros y bursátiles que pongan de relieve a la comunidad y no sólo estar al servicio del interés de una minoría...etc y una flexiseguridad que a diferencia de lo establecido en el 37 congreso federal, esté al servicio no de la telegenia de algunos "progresistas" y sí al de la mayoría de la ciudadanía.

Veremos que propuestas llevamos como Gobierno al G20 de abril y cuales son las medidas adoptadas, que en cualquier caso tendrán repercusión a lo largo de varios años.

Un abrazo y ya espero tu próximo artículo.

cibersocialista dijo...

Bienvenido al ring y enhorabuena por una documentada postura socialdemócrata para las nuevas cntrataciones. Y me parece un buen artículo pero que para que por lo menos iniciase un debate de este tipo que ha empezado por plantera la patronal, lo lógico es un control del margen de beneficios que pueda lanzar como guante las condiciones pactadas de trabajo. Porque siempre en momentos de crisis graves , sale de forma recurrente el abaratamiento del despido y lo explicas muy promenorizado para futuras contrataciones y si no he entendido mal para todas.¿Qué ocurre? pues como pasó en 1987-88 cuando se empezó a salir de la crisis siguió el crecimiento pero no el reparto.
Yo, de todas formas, no soy partidario de renunciar a ninguna conquista laboral si antes no se marcan muy bien las reglas del juego. Más o menos lo que planteas, excepto el tema de impuestos es lo que ya planteaba el PP en el 2003 a través de Zaplana y de Fernandez Ordóñez, que luego ha matizado, se le oyó lo que se le oyó... y aunque parece que se lo sacaron de contexto, dijo lo que dijo y empezó por donde empezó.
¿No podría haber un control por los trabajadores a través de los sindicatos de los créditos concedidos a las empresas con dinero de todos? ¿Existe la opción de participar por ley en los beneficios?
El planteamiento me ha gustado desde una perspectiva de gobierno,...cuánto tardaría en ca,biarlo un gobierno conservador? Lo que es seguro es que las condiciones de despido las dejaría como estaban pero los impuestos los bajaría...ha ocurrido siempre.

Anónimo dijo...

Un saludo por estos lares y espero que te cunda.
En lo que dejas como presentación (y para estreno, va de largo) tengo que reconocerte el valor del discurso argumentado y eso ya es mucho para lo que acostumbramos a leer en estos sitios. Ahora bien; creo que adoleces del mismo error teórico que el presidente del Banco de España: Identificar como causa una de las consecuencias. La debacle económica sobrevenida en los últimos meses no deja de ser más que el tronco (enorme) de un animal creado por las distintas economías desarrolladas en los últimos decenios y solo muy escasos elementos locales pueden utilizarse como referentes ni siquiera a nivel local. Es decir el mercado laboral (su coste en términos repercusivos) en España no ha significado realmente casi nada en el valor de la incidencia critica de la crisis económica en España. Dicho ello SI que hay que reconocer que de cara a la futura estabilidad económico-laboral de España habrían de revisarse todos los elementos que conforman el mercado laboral. No solo el coste del despido, también las subvenciones empresariales, las reinversiones obligadas (I+D+I), las clausulas de revisión, la armonización fiscal y las tramitaciones administrativas generales que provocan hastío e incertidumbre en todos los estratos del tejido laboral (como le gusta llamarlo a Chema).
Por hoy ya me vale. Un abrazo y hasta la próxima.

Anónimo dijo...

PostData olvidada.
No estoy de acuerdo contigo en las apreciaciones sobre la figura del gobernador (no presidente) del Banco de España, que si lo es por preparación técnica no lo parece por la ideológica. No me hubiese sorprendido tanto su conferencia si no me hubiese pillado con la coraza anti-dogmáticos caída por despiste. No me volverá a pasar.
Por cierto, me recuerda en sus términos a Mr. Trichet cuando a pesar de la falta de visión demostrada al orientar los tipos de interés europeos se permite aludir a responsabilidades del Tercer Mundo en la crisis económica.

IBE dijo...

Bienvenido a nuestra particular "lucha" Ala Oeste.
Menuda primera entrada, bueno todo menos "menuda",ja,ja. Bien documentada y a la vez, bien opinada.
Como pequeña reflexión personal, en lo que supondrían las medidas, que señalas numeradas, me parece que nadie sabe o todos desconocemos, en estos momentos tan difíciles, lo que pasaría por la mente del empresario, del trabajador etc. o supondría para ellos, un aumento de cotizaciones, de impuestos,etc. porque estamos tremendamente susceptibles y espectantes ante las medidas que se van tomando y las críticas sabemos a quien hacerlas, pero no vemos solución inmediata, sólo pequeños "parcheos" para acallarnos.

IBE dijo...

Perdón, donde digo "medidas", me refiero a las "ventajas" que numeras.
Un saludo.

Socialistas de Cuzcurrita dijo...

Bienvenido al coro. Advierto una voz afinada y clara. Cuentas con lo que en nuestra humilde mano esté.

La blogosfera empieza a ser numerosa por lo que seria aconsejable que las entradas fueran más escuetas para conseguir sean más participadas. Conseguiriamos mayor agilidad para los que no tenemos mucho tiempo y sin embargo nos gusta participar de ella.
A lo dicho, BIENVENIDO.

Salud y Progreso.

alegrias dijo...

Te doy la bienvenida a este medio nuestro.
Me uno a los compañeros al decir que largo y genial artículo en cuanto a documentación y argumentación. Pero he de decirte que no opino en absoluto como tú y entiendo por tu aportación que eres una persona joven.
¿Opinarías lo mismo si tuvieses más de 40 años y te hubieses pasado toda una vida en el mismo puesto de trabajo, e incluso puede que ya empezases a tener algunos problemas de salud, tuvieses una hipoteca de tres pares de "cojones", y perdón por la expresión?
Creo que no podemos encontrar una solución tan rápida dejando a determinada franja de la población con el trasero en pompa y la vaselina en la mano...
Quizás mi idea no sea demasiado "moderna e innovadora", pero ¡oye! me cuesta ponerme en la tesitura de tener que dar marcha atrás a unos derechos que se consiguieron con mucho trabajo y que son mínimos, si nos metemos en sacos europeos.
Para gustos están los colores... No se puede estar deacuardo cien por cien con una persona. Pero estoy segura que puede que logremos estarlo en alguna otra cosa, de momento en esto estamos muy alejados.
Y te voy a decir más, desgraciadamente, he pasado por muchas empresas y muchos han sido mis jefes.. y a mí la experiencia me dice que se han pasado por el saco.. al currela cuando los hemos sacado de un montón de problemas,que nos han dicho, hoy por ti y mañana por mí... y nos han dado por ahí una y otra vez.Lo deben dar con el carnet de ricachón. No se han acordado de nosotros con las vacas gordas, ¿por qué nosotros hemos de darles carta blanca jugando con nuestros derechos ahora que se han visto desbordados por su ineficacia a la hora de ser previsores en su propio negocio?
Medidas y soluciones sí, pero nunca en contra del trabajador, sobre todo porque tenemos que tener en cuenta al obrero que pueda tener problemas a la hora se comenzar de cero.

El ala oeste de la Moncloa dijo...

Gracias por vuestros comentarios, compañeros, y, sobre todo, por leer un artículo de por sí largo.

La principal preocupación que muestro en este artículo, por encima de la cuestión de abaratamiento de los despidos, no es otra que la de empezar a buscar (sobre todo mientras se gobierna) el pragmatismo. Siempre nos centramos en las ideas, y no somos demasiado capaces de pasar de ahí.

Resulta imprescindible hablar de ideas, pero luego nos quedamos estancados en la adaptación al medio, en la búsqueda del día a día. El socialismo nace de la utopía, y ése debe seguir siendo su germen, pero no toda la ciudadanía ni toda circunstancia ayudan a la utopía.

Dicho esto, y centrándome en el propio tema del artículo, debemos ser conscientes de que el sistema actual de protección también trae consigo problemas, y en estos instantes de incertidumbre se puede pensar en otras fórmulas. La que yo esbozo no puede ser desarrollada en tres simples folios, obviamente, y hay que buscar cada uno de los matices y engranajes necesarios para que no sea en realidad una desprotección, sino la agilización del sistema y la manera de otorgar al Estado la capacidad y obligación garante de los trabajadores. No tiene demasiado sentido confiar en la solidaridad de los empresarios para con sus empleados, y sí que podemos obligar a Papá Estado a cuidar de nosotros. Pero no debemos obligarle sin antes asegurarle que estamos con él, que contribuímos a él.

CHEMA BUZARRA dijo...

Hola, buenos días:

Ya me puedes disculpar por recontestarte, no es la costumbre una vez que el autor cierra con sus contestaciones pero, al leer te me viene a la cabeza lo siguiente.

La utopía se atisba en la lontananza.
Marcho hacia ella y el horizonte de nuevo se me desplaza un largo trecho.
Luego, ¿para que sirve la utopía?
Amigos, sirve para movernos.

Cordialmente y gracias por darle a la computadora...

Anónimo dijo...

Y yo que estaba paseando y viendo a algunos de mis compis socialistas y me encuentro a un sociolisto.
Me ofende algún comentario, no a mi inteligencia pero si a mi dignidad. Intentare ser muy breve y esquematico.
En este pais, ya existe el despido libre compañero. y ademas si no estás protegido como delegado sindical, la última occión aunque sea improcedente la tiene el empresario..
hablas de ERES y 45 dias por día trtabajado. El 80% de los despidos en la Rioja, son despidos individuales, pactados sí, de 30 a 33 dias por año. por miedo a en un juicio la jueza\ez, te deje sin nada por no tener la buena voluntad de llegar a un acuerdo. Si, Si compañero.;ni siquiera se discute el motivo, muchas veces con dos horas de retraso se discute la buena o mala voluntad, de un trabajador\ra que lo mandan a la puta calle junto con 8 o 9 compañeros mas, por motivos objetivos, ahora la Empresa tiene otra filiar en Marruecos,
Se rompe el Dialogo social, que par de cojones tienen los empresarios, cuando mandan los socialistas.
Planteamiento de la Patronal: Abaratar la indemnización por despidos , ( que el despido ya es libre). Suprimir la tutela judicial efectiva( que es eso que el juez le pueda llamar la atención al empresario o darle la razón al trabajador).Reducir las cotizaciones a la Seguridad Sociqal cinco puntitos de nada. y ( ya compañero no tienes que preocuparte de si te llega o no)Descapitalizazmos el fondo de reserva y como dice Alegrias, todos los derechos de los trabajadores alcanzados con sudor y lagrima, a tomar por culo de un viaje, OLE.
Por no hablar que la crisis no tiene causas laborales, pero si unos efectos muy negativos sobre el empleo.Me averguenzo del tejido empresarial de nuestro pais, MOCHILEROS, se llama.No tienen ninguna capacidad de lucha ni de medidas contra la crisis,no baja el precio en este pais ni la madre que me pario. Solamente:
Recortar derechos a los trabajadores y reducir la protección social, Cualquier mesa de expertos economistas en las que falten Agentes Sociales estará coja, los trabajadores tienen OJOS Y BOCA, Y LA DESPROTECCIÓN SOCIAL PUEDE DAR LUGAR A UNA EXPLOSIÓN SOCIAL EN ESPAÑA.
No puede ser que las Empresqas españolas, en vez de competir en base a la Inovación, Formación, marca y valor añadido.I+D+I, Compitan en base a los costes laborales a costa de los
trabajadores. no podemos convertirnos en la India, Joder!
En tu entrada hablas del trabajo decente,coño y despues me sueltas esto. TRQABAJO DECENTE= A QUE CON EL ESFUERZO DIARIO DE UNA PERSONA TENGA GARANTIZADA LAS NECESIDADES BASICAS DE SU FAMILIA. y no dire mas y tu quieres hacernos un ejercito de insumisos sin derechos. DERECHOS= A LA DIGNIDAD DE UN TRABAJADOR QUE LE HACE SER IGUAL QUE LOS DEMAS Y LE GARANTIZA INDEPENDENCIA ECONOMICA Y IDEOLOGICA.
No me puedo creer que los que te den en algo la razón sean socialistas. Mas me parece normal que vote a la derecha un trabajador que estÉ a punto de jubilarse y metiendole estos miedos vote a la derecha, esa es la miseria humana, el MIEDO.
y Voy a acabar con un pareado: ASI TIENES LA CARA, ASÍ TIENES EL CULO NO TE LO VEO,PERO ME LO FIGURO,. Con perdón
VOY A AGENCIARME UN BLOG ENSEGUIDA PARQA PONER ORDEN AQUÍ.
PISTA A CAMINANTES: BESOS IBE

Anónimo dijo...

www.siempredeputas.es